Fecha:
2020
Construcción:
LOPESAN
Administración:
Cabildo de Gran Canaria
El puente construido ha tenido por objeto rehabilitar la calzada de la Autopista GC-1 de la Isla de Gran Canaria, que quedó parcialmente cortada debido a la rotura de un muro de contención, que provocó un desprendimiento de tierras.
Tras el derrumbamiento se efectuaron unas obras, con carácter urgente, para restituir la capacidad de tráfico de vehículos. Se construyó un desvío provisional, capaz de albergar tres carriles de circulación y entre otras medidas complementarias, se ejecutó una obra de contención de la infraestructura existente mediante una pantalla de micropilotes con el objeto de evitar su posterior derrumbamiento, dada la existencia de grietas superficiales abiertas en el pavimento.
El derrumbamiento provocó un vacío del espacio, donde anteriormente se encontraba la calzada, habiendo quedado el terreno cortado en el límite marcado por la pantalla de micropilotes, descubierta en zona exterior y a la que posteriormente se ha aplicado un revestimiento con gunita.
Tras la ejecución del desvío provisional de la calzada y contención de la zona que ha quedado sin derrumbar, se planteó la necesidad de adoptar una solución definitiva para reconstruir la calzada primitiva en su posición original, con garantías de seguridad.
El derrumbamiento había provocado un espacio vacío del terreno sobre el que anteriormente discurría la calzada.
Características generales del puente de rehabilitación de la calzada:
- La calzada ha quedado sustentada por una estructura que salta por encima de la zona afectada por el derrumbamiento.
- La estructura cubre el espacio mediante un tablero de puente de 40 m de luz y 15 m de ancho, cimentado mediante micropilotes empotrados en el macizo rocoso que subyace bajo la capa de terreno suelto.
- Parte del nuevo tablero ocupa el espacio vacío creado por el derrumbamiento y se ha restituido íntegramente trazado de la calzada de la GC-1 en su posición primitiva.
Uno de los datos más relevantes que han condicionado el proyecto de la solución desarrollada ha sido la consideración del espacio disponible para la construcción estaba formado por una estrecha franja existente entre el límite derecho del desvío de la calzada y el borde del terreno cortado por el derrumbamiento.
Concretamente, para construir el tablero de 15 metros de ancho se disponía solamente de un pasillo con un ancho útil ligeramente superior a los 7 metros. Debido a esta dificultad, la elección de la tipología estuvo fuertemente condicionada por las exigencias de viabilidad, así como por las del procedimiento constructivo correspondiente y la utilización de medios auxiliares adecuados para operar en un espacio de tan reducidas dimensiones.
La construcción se ha llevado a cabo por fases independientes, cada una de ellas, para crear una fracción de la estructura con capacidad para soportar el peso propio de la siguiente, en estado de montaje.
La estructura del tablero está formada por un núcleo resistente construido sobre el pasillo existente, cuyo ancho es ligeramente superior a los 7 m. El núcleo, de 40 m de luz, con un ancho de 6,20 m y un espesor total de 2 m, se ha hormigonado sobre el propio terreno previamente excavado hasta la profundidad necesaria, que ha actuado como cimbra sustentante del encofrado de la parte inferior.
Una vez finalizado el proceso de tesado de la armadura activa del núcleo, la carga debida a su peso propio ha sido transferida a la zona de apoyos.
Una vez construido el núcleo, ha sido utilizado para la creación de un voladizo de 5,85 m, formado por elementos prefabricados ligeros montados con elementos auxiliares que discurren por encima del propio núcleo.
Tras el montaje de la gran zona volada, ha quedado constituido un tablero resistente de 12 m de ancho para el paso de vehículos. Alcanzado este punto, se ha restituido el tráfico sobre el tablero constituido y con el trazado definitivo, si bien con una calzada de 3 carriles estrictos, a la espera de completar la construcción de un pequeño voladizo por el lado interior, que ocupa parte del desvío que había quedado inutilizado.
- Finalmente, una vez completados los 15 m de ancho del tablero, ha quedado definitivamente constituida la calzada en su posición primitiva, provista de 3 carriles de circulación, más arcén en el lado derecho y berma por el interior, en el lado izquierdo:
Las limitaciones de espacio útil para la construcción han motivado la realización del proceso, mediante montaje por fases de los elementos fundamentales, de una estructura cuya morfología ha sido condicionada por las exigencias del proceso constructivo a seguir.
Una de las peculiaridades del tablero proyectado consiste en la asimetría que se pone de manifiesto al observar la sección transversal. En uno de los lados del núcleo resistente existe una gran zona volada que en estado de servicio es susceptible de transmitir cargas de tráfico de naturaleza excéntrica en relación con el eje longitudinal del núcleo, que se aprecia en mayor medida en la situación de paso de vehículos en la primera fase de apertura de tráfico, con 12 metros de ancho de calzada.
En la zona de apoyo sobre los estribos, el núcleo está rígidamente empotrado a la torsión y para ello dispone de un diafragma complementario que sobresale por la parte exterior y queda vinculado verticalmente al macizo de encepado por dos aparatos de apoyo, quedando constituido un conjunto estable que equilibra eficazmente el reparto de cargas de naturaleza excéntrica.
La zona volada del tablero está formada por la asociación de varios elementos prefabricados (jabalcones y prelosas), que soportan una losa de hormigón a construir in situ.
Con este procedimiento se ha constituido un voladizo cercano a los 6 metros, que queda empotrado en el núcleo y anclado superiormente con la adición de un pretensado transversal.
